¿Cómo se pasa de una tarde aburrida, a un día de fin de semana entretenido
y divertido?, pues
en el Zoo de Guadalajara. Naturaleza viva, con animales de verdad
(no los de terciopelo que dicen te quiero mucho cuando les acaricias la
tripita), frondosos paisajes de pinos, con un bar-restaurante donde poder “repostar”
por 2,50 €uros con un buen tercio o una
buena comida si se tercia.
¿Qué no te lo crees? Eso es que aún no has venido. El Mini-Zoo como lo llaman los alcarreños, tiene desde el principio
grandes posibilidades de distracción. La idea tuvo su inicio en 1.985 utilizando
el Parque del Henares con once hectáreas concretamente. Es miembro fundador de
la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios. El Zoo tiene
servicios medioambientales con un centro de recuperación de Fauna silvestre y
un programa de reinserción al medio natural como es el caso de los buitres.
El Zoo está situado en Guadalajara, junto al cauce del río
Henares en:
Avda. Pedro Sanz Vázquez, s/n – 19004, Guadalajara
Teléfono Información: 949 21
09 59
Para llegar la forma más cómoda es en el coche. Nacional A-2 dirección
Guadalajara, salida Avenida del Ejército y seguiremos cómodamente cada letrero
de color marrón que pone ZOO y… ¡Zas! ya estamos delante de la puerta, sólo queda encontrar un sitio para
aparcar.
Encontrareis un parking (no
es subterráneo) justo enfrente de la puerta de entrada, a no más de quince
metros del Zoo, zona blanca; como no podía ser de otra forma, la entrada
también es gratuita y lo puedes visitar cualquier día del año desde las 10:00 am
que abre el Zoo. Dispones de una zona de parque infantil para los más pequeños;
veréis naturaleza, plantas y animales… pero no hay nada mejor que poder ver
cómo el oso pardo intenta morder a tu suegra, eso “no tiene precio”.
El recorrido no te dejará indiferente: Es idóneo para
encontrar fauna europea, con especies de
los cinco continentes. Podréis encontrar osos, lobos, mapaches, cabras
montesas, linces, jabalíes, monos capuchinos, ciervos…. y lo más curioso será
ver cómo tu hij@ acaricia a un “Bambi” o ver cómo sus pavos
reales se pasean “a sus anchas” por todo el recorrido del
zoo. Estad tranquilos, son inofensivos, pero en primavera cuando la sangre los altera,
despliegan sus colas y quedan preciosos en las fotos (que sí están permitidas
dentro de todo el recinto así como grabar video).
Algunos
animales, quizá por falta de recursos están algo descuidados, es una pena. Pero
lo bonito es que viven en semi-libertad y parecen estar a gusto allí.
Y
si estás cansado de animales siempre puedes llevarte un buen libro y leer con
los pájaros de fondo piando y relajando la mente; después os acordaréis cuando
el lunes volváis a vuestros deberes diarios lo tranquilos que estabais leyendo
o tomando un refresco debajo de esos árboles estupendos.
Si
queréis comer tenéis dos opciones: una es llevaros vuestra nevera con unos
bocatas y tomar algo en el merendero, sobre todo en verano. Y la receta de
invierno es comer en el restaurante, a precios populares (para los interesados,
no admiten cheques gourmet).
¡¡YA TIENES PLAN PARA UN FIN DE
SEMANA!!