Después de un día
recorriendo toda la isla en busca de último Moái perdido, ha llegado la hora de
una reponedora y suculenta cena. Hoy para variar y dado que nos hemos dejado gran
parte del presupuesto en la acogedora habitación del Hotel Chez María Goretti (una opción muy buena es que te permite
contratar media pensión, aunque interesa más la pensión completa, dado que es
carísimo comer en toda la isla) cenaremos en el hotel y dejaremos algún lugar
típico para cuando visitemos otras zonas de la isla, como esa zona donde te
pones el bañador a cuadros que parece la misma tela que las cortinas de tu casa
y te tomas un pez pescado por ti.
Al llegar al Hotel te
esperará su dueña María Goretti de
trato afable y que te hará sentir como en casa. Por tratarse de un residencial
sólo encontrareis una opción diferente en cada cena, pero variada y bien
cocinada. La variedad suele ser atún, pollo, cerdo y un pez local llamado pishi que es muy sabroso. Si no te
gusta alguna de las cenas o eres alérgico a algo, no hay problema, Cecilia se encargará de prepararte una
ensalada que no olvidarás. La única pega es que no hay carta de bebidas, todas
las cenas se sirven exclusivamente con agua.
Hace una noche
inolvidable en la terracita del Hotel Chez
María Goretti. Los niños están dormidos en una hamaca compartida para la
ocasión, agotados física y síquicamente de Moáis, sus historias, sus
descubrimientos, sube ladera y baja carretera. Mi mujer con cara de
satisfacción mira las estrellas… yo aquí estoy sentado en una tumbona, a media
altura, donde estrellas no sé si veré más tarde, y pensando cómo sería con un
whysky-Dic en este Hotel de ensueño des-alcoholizado. Quizá nos gastemos en
esta semana el salario de un mes, pero no sólo hemos venido a ver Moáis,
también hemos venido a relajarnos, a perder de vista el estrés, y a aprender
cómo los antiguos se divertían. Vamos a disfrutar de esta fantástica
temperatura, el ruido del silencio y mañana… mañana me toca a mí elegir: ¡PLAYA!.
Tendremos tres playas a
visitar… hum cómo llegar a: ¡Pea!.. Busca la calle Atanu Tekena gira a la
derecha, coge la calle Petero Atamu también a la derecha, dirección Policarpo
Toro.. busca un sitio para aparcar si vas en vehículo propio…. Aunque a cinco
minutos desde el hotel a pie estarás en la playa de Pea.
Playa de Pea: Si quieres apreciar tibias aguas color turquesa,
habéis llegado al lugar adecuado. Esta pequeña playa se encuentra en Hanga Roa,
al costado sur de la caleta se encuentra el ”Hanga Roa O Tai” donde
encontraremos desde las 9am a profesores y amantes del surf. Es tu playa si te
gusta el surf y el bodyboard; Así que antes que hacerte una tabla con restos de
una palmera no estaría de más que alquilaras una. Antiguamente en Rapa Nui se realizaba el "Haka Honu" que es el
deslizamiento sobre la ola sin implemento, algo así como el deslizamiento que
hace la tortuga; con el pasar del tiempo se comienza a practicar el "Haka Nini" que en lengua
Rapa Nui significa el deslizamiento sobre las olas con un implemento moderno.
Pero donde encontraremos
el atractivo es una piscina natural formada
por piedras y su Cueva de Oua (a la
podrás ir con guía si la eliges en la opción de pensión completa con el hotel Chez M G).
Ya estamos agotados de
surf, de chicos cachas y profes en bikini (de la marca Noesigual),
retrocedemos nuestros pasos hasta llegar al hotel, nos aseamos un poco y…
decidimos saltarnos el presupuesto para ir a comer a la Kaleta, en la cala de la playa de Pea. Su especialidad son los
mariscos, pero también podrás degustar ensaladas, pastas y carnes. Sólo sirven
almuerzos y cenas, al lado del mar y con una brisa indiscutible.
Pea – Kaleta:
|
210-0382
|
Av.
Policarpo Toro
|
6000- 8000
|
Jueves a martes
|
Bien, ya hemos comido,
del dinero ni hablamos, hemos venido a gastarnos todo el presupuesto y si hace
falta cambiamos oro por espejos hasta gastarnos hasta ¡el último penique!...
bueno, ahora toca qué hacer esta tarde. Pues a lo que he decidido hoy, a seguir
visitando playas. Ahora iremos a Ovahe:
La playa está a treinta
kilómetros de Hanga Roa, por lo que será mejor no ir a pie. Su arena rosada de
origen volcánico dará color al precioso paisaje sobre el que nos encontramos.
Es un sitio poco visitado y hará las delicias para los amantes del snorkeling, dado que tiene una fauna y
un fondo marino inigualables. Un lugar paradisiaco para relajarse, nadar,
bucear y tomar el sol. Ni que decir tiene el llevar un buen protector solar y
varias neveras en el coche con agua, para no deshidratarnos durante esta tarde
maravillosa.
Después de una tarde
intensa de buceo y buenas fotos, toca volver al hotel a cenar y sobre todo,
descansar.. y antes de acostarse, mirar un rato las estrellas, lo mismo vemos alguna
caer y podemos cogerla a tiempo para pedir un bonito deseo y guardarlo en
nuestro interior como un tesoro de los recuerdos.
Bueno, ya son las ocho de
la mañana… toca ¡PLAYA otra vez!.. sí, hoy es nuestro tercer día en Rapa Nui,
quedan tan sólo dos días para volver a casa y nos queda por conocer la playa
más interesante arqueológicamente hablando, que es la playa de Anakena.
Playa de
Anakena:
Esta playa de arena blanca
rodeada por un bosque de cocoteros preciosos se caracteriza porque de Diciembre
a Marzo hay un par de chozas, vendedores de refrescos, pasteles y bocadillos
(algo que escasea por toda la isla).
Anakena también tiene un significado simbólico. Es el lugar
donde desembarco Hotu Matua y una de
sus cuevas a lo largo de la playa se dice que fue su morada (el primer habitante de la isla fue
un personaje conocido con el nombre de Hotu Matua, quien habría arribado a la isla desde alguna
parte de la Polinesia acompañado de su esposa. Unos treinta reyezuelos habrían
sucedido a Hotu Matua hasta 1.862 d.c.. La tradición estipulaba que
todos aquellos guerreros que deseasen detentar dicho
rango debían encontrar antes que sus rivales, el primer huevo que las
golondrinas ponen sobre el vecino islote de Moto Nui. La competición se realizaba cada primavera, después de
una ceremonia consagrada a una especie de divinidad conocida como
el Hombre-Pájaro).
Tiene dos puntos de interés que no os podéis
perder: En la colina sobre la playa se encuentra Ahu Ature Huki y su Moái solitario enigmático, re-construido por
Thor Heyerdahl.
También podrás
encontrar a Ahu Nau Nau. Durante
su excavación y la restauración de este sitio en 1.979 d.c., se descubrió que
los moáis tenían ojos, hechos con incrustaciones de coral y rocas.
Para concluir el día de
hoy veamos esta imagen que identifica a Anakena.
Cerremos los ojos y sintamos por un momento el olor a mar y a paz de este lugar
paradisiaco.
¡Qué pasen un gran día!