La vida está plagada de detalles. Que bonito es entretenerse horas y horas definiendo el sentido a los detalles. Un detalle puede ser un gesto, una mueca, un guiño, un pelo boca arriba en un horizonte negro o desértico. Dependerá también del ángulo desde donde se mire, la percepción será distinta y la definición posterior que cada individuo dé también.
Los detalles nos delatan: Todo ser tiene su carácter, pero los matices lo definen. Y esos matices tienen detalles que a unos se nos escapan y a otros no. Detallan el detalle, porque en la vida hay grandes y pequeñas cosas, y saber definirlas nos hacen únicos.
Una parte importante son los sentidos: el Tacto, la Vista, el Oído, el Gusto y el Olfato. Nuestros sentidos nos definen y nos dan el poder del don de la perspectiva. Y ésta va muy relacionada con la capacidad de detectar esos detalles que nos hacen únicos o nos permiten conocer facetas que otros desconocen porque no tienen esa capacidad de captación que definen la personalidad de las personas.
Está claro que cada ser tendrá unas capacidades o sentidos "no encontrados" es decir, aquellas personas que nacen sin alguno de los cinco sentidos, perfeccionan tantos los restantes que son capaces de captar detalles que a una persona con sus cinco sentidos al 100% nunca encontraría.
Entonces al don de la perspectiva, a la capacidad innata de saber detectar y depurar los detalles, de pensar y recapacitar con nosotros mismos.. ¿deberíamos llamarlo sexto sentido?, creo que no. Eso es puro razonamiento con nuestro fuero interno.
El sexto sentido siempre ha estado ligado a lo irracional, y se ha definido siempre como la Intuición.
Buda dijo: "La Intuición y no la razón atesora la clave de las verdades fundamentales". Su definición lógica es la percepción íntima e instantánea de una idea o verdad. O la facultad humana de entender algo sin razonamiento, lógica o sentidos.
Esas verdades nobles o fundamentales impartidas por Buda, son las cuatro verdades que identifican nuestra existencia terrenal y espiritual:
- Toda existencia es sufrimiento.
- El origen del sufrimiento es el anhelo.
- El sufrimiento puede extinguirse, extinguiendo su causa.
- Para extinguir la causa del sufrimiento, debemos seguir el Nirvana: Sabiduría (visión y comprensión correcta más pensamiento o determinación correcta), Conducta ética (Hablar correcto, Actuar correcto y medio de vida correcto), Entrenamiento de la mente (Esfuerzo, Consciencia del momento y Meditación correctas).
Dejemos pues que los detalles sean nuestros guías en un mundo nuevo que se nos abre hoy y que aún estaba por descubrir; seamos imaginativos, descubridores de lo racional e irracional, pero ante todo, nosotros mismos. Aprendamos de nosotros por medio de los demás y de la percepción de esos "detalles".